El arquetipo de Marte en Cáncer o el gladiador compasivo

Arquetipo de Marte en Cáncer o el gladiador compasivo. ™ and © 1999 Universal Studios and Dreamworks LLC; photo, Jaap Buitendijk.

Quiero aprovechar el largo tránsito de Marte en Cáncer para hablar de esta posición en nuestra carta natal, desde la mirada de la astrogenealogía.

Marte se asocia al arquetipo de la guerra, a la capacidad de afirmación. Los mitos familiares relacionados con esta energía son el mito del coraje, de la lucha y de quien ha tenido éxito en diferentes contextos.

En astrogenealogía, la energía de Marte equivale al cómo el árbol familiar, los ancestros, reaccionaron y se defendieron de eventos inesperados y amenazantes. También nos describe la energía masculina de nuestro árbol y en la forma en la que  los hombres en la familia se han mirado.

La energía de Marte en Cáncer y cómo esta se expresa, parece tener una contradicción por sus energías opuestas, ya que este signo por ser de agua y regido por la luna, aparece como arquetipo aparentemente debilitado. Inevitablemente estas energías son antagónicas, pero con un profundo sentido de ser.

Para aproximarnos a entender a este guerrero y cómo se activa su energía, sí y sólo sí, esta se va a expresar de manera contundente cuando lo más cercano a su corazón y afectos haya sido vulnerado y comprometido. Para plasmar y entender la posición del arquetipo de Marte en Cáncer, he escogido al personaje de Máximo Décimo Meridio, bajo la actuación de Russell Crowe, en la película del Gladiador que fue dirigida por Scott Ridley en el año 2000. 

Máximo es un general de tropas y quien lidera al ejército romano para combatir contra las tribus germánicas. Una vez ganada la batalla, el emperador Marco Aurelio al enfrentar de cerca la muerte, desea que Máximo lo suceda y pueda así recuperarse el poder del senado romano. Sin embargo, estos planes están lejos de suceder debido a que Cómodo, el hijo del emperador, se entera de esto y en inconformidad antes de que Marco Aurelio pueda nombrar a Máximo como su sucesor, este comete parricidio por su ambición al poder. 

A Máximo, no le interesaba el poder ni la vida política del Imperio Romano. Después de la guerra, lo único que deseaba era regresar a su tierra Hispania con su amada esposa e hijo. 

Cómodo se auto nombra nuevo emperador de Roma y da la orden de ejecutar a Máximo a manos de la Guardia Pretoriana. Afortunadamente este sale librado, y aún herido sigue su camino a Hispania, en donde, tristemente, encuentra que las tropas pretorianas tomaron ventaja y asesinaron cruelmente a su esposa e hijo.

El guerrero Marte en Cáncer, es la representación ideal del papel y la historia de Máximo. A través de la historia que sigue en el film, vemos como se activa su energía con una fuerza más allá de su razón. Hirieron su corazón, es decir, vulneraron todo lo que el más amaba y le importaba en la vida, su esposa e hijo. Cuando Máximo despierta de este shock, se encuentra en un mercado de esclavos, en donde es vendido a Próximo, un reclutador de gladiadores.

Una vez que este retoma su fuerza, es llevado a Roma para combatir como gladiador en los 150 días de juegos que proclama Cómodo, el nuevo emperador, en honor a su padre Marco Aurelio. Máximo en su primer batalla aparece como gladiador enmascarado y logra vencer, junto con los otros gladiadores, a los luchadores más aguerridos. Todos los asistentes, incluido Cómodo, no dan crédito de lo sucedido y este baja a la arena y solicita al gladiador anónimo, se retire la máscara. 

Máximo, al volverse hacia el emperador y mostrar su rostro, le expresa a Cómodo: «Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de los Ejércitos del Norte, general de las Legiones Felix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, y alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra».  Cómodo queda petrificado porque creía que Máximo estaba muerto. 

Lo que sucede después es que nuestro guerrero herido del corazón y el alma, se enfrentará con otro poderoso gladiador a quién, tras haber vencido, le perdona la muerte, lo que le merece el respeto y admiración de los asistentes quienes por ello, le adjudican el nombre de ¨Máximo el Compasivo.¨

Cómodo sabe que con Máximo vivo y, con el reconocimiento del pueblo romano hacia este, gracias a sus cualidades, es muy vulnerable y puede ser derrocado. Es así como propone una batalla con Máximo, pero al saber que estaba destinado a perder ante este nuestro guerrero herido, Cómodo, lo hiere por la espalda de manera contundente para tomar ventaja y así poderle ganar en la batalla convocada. Sin embargo, Máximo aún con esta fatal herida, logra dar muerte a Cómodo, para después caer y morir también en la arena. 

Una vez cumplida la venganza de Máximo, se da por hecho que su vida sin su familia no tenía sentido, por lo que irremediablemente es la principal razón de su muerte, más que la herida producida por Cómodo. La última escena de este film, nos regala el anhelado y feliz encuentro de Máximo con su esposa e hijo en lo que se puede interpretar como el más allá.  

No hay forma de que Marte en Cáncer no pueda verse representado a través de las vicisitudes de Máximo. Cuando recordemos que este guerrero va a estar dispuesto a morir por lo que ama, jamás volveremos a ver este aspecto y posición astrológica debilitada. Por lo que te recomiendo, que si tienes esta posición en tu carta natal, sigas tu corazón y des honor a esta energía en ti, tal cuál lo hizo Máximo el Compasivo.

En el árbol familiar, Marte en Cáncer habla de la energía masculina y femenina de quienes lucharon por todo lo que haya amenazado y vulnerado su corazón. Mientras que para otros esta posición puede parecer debilitada, no duden nunca que este guerrero encontrará la fuerza para luchar y vencer, incluso hasta la muerte, por aquello que ama en lo más profundo de su ser.

Así que con el tránsito largo de Marte en Cáncer, se presenta la oportunidad única para incorporar este arquetipo en nuestras causas, tal cuál lo hizo Máximo y, de esta manera, poder aprender sobre las batallas por las que que merece la pena luchar y morir, aunque para nosotros, sólo sea de manera simbólica.

¡A la próxima!